lunes, 15 de marzo de 2010

Apostamos por la Navel Lane Late

El agricultor cítrico siempre está pendiente de cuales son las variedades que pueden tener una cierta trayectoria a futuro, porque siempre hay campos que arrancar (cuando los árboles están ya tan viejos que ya no "cargan" lo suficiente), que doblar (en los campos a los que se cree que les queda poca vida, se les planta un pie entre cada árbol para que cuando se arranquen los viejos, ya haya árboles crecidos que empiecen a producir), campos nuevos que se le ganan al terreno rústico, y es importante saber qué variedades pueden dar mejor rendimiento.

Generalmente, la gente se guía por el precio. Lo que se vende caro, eso es lo que se planta. Después, lo que acaba pasando con cierta frecuencia es que al cabo de cinco años (lo que tarda un árbol en ser plenamente productivo) el mercado se inunda de esa especie que fué "cara" en su día, y entonces sus precios se desploman. Y vuelta a empezar.

O también puede pasar que una especie no arraigue bien, o polinice en exceso, en nuestra plantación. Entonces, por mucho que sea una variedad comercial, es imposible mantenerla rindiendo. Por eso somos, en nuestro huerto, partidarios de hacer pruebas con un campo antes de hacer una gran inversión en una nueva variedad.

Y hasta ahora nos habíamos guiado por estas dos variables: precio y adecuación a nuestro huerto. En algunos casos no nos ha ido mal. Por ejemplo, en nuestro huerto la Clementina de Nules y la Orogrande se crían de categoría, cuando en la zona no arraigan muy bien. Eso nos permite venderlas a buen precio.

Pero ahora, con la nueva iniciativa de venta directa a supermercados en Canarias, hemos tenido que introducir una nueva variable: la continuidad en el flujo. Un supermercado quiere tener el mínimo de proveedores, con lo que quiere que le puedas servir durante toda la temporada. Y nosotros ahí tenemos un agujero importante, de febrero a abril, en el que sólo tenemos naranja de zumo, la salustiana. Es verdad que tenemos lane lates, pero en pequeña cantidad, suficiente para mantener la línea internet, pero no para abastecer a estos grandes consumidores.

Por eso, a la hora de decidir por qué variedad apostábamos para "llenar" estos dos meses, hemos escogido la navel lane late. Es una naranja resistente, mixta, con una media de calidad bastante alta, y que en nuestro huerto sabemos que da buenos resultados. La otra alternativa era la Navel Late, que se considera mejor naranja, pero hablando con especialistas nos han asegurado que su calidad media es mucho más variable, y que es mucho más delicada a la hora de crecer: una helada se te la puede llevar fácilmente por delante. Y su temporada, en la zona, es más corta.

Por lo tanto, ahora todo lo que doblemos, roturemos o arranquemos lo vamos a injertar de Navel Lane Late. Y así tendremos un flujo contínuo de Octubre con las mandarinas a Junio con las Valencia Lates.

El próximo reto es ver como podemos empezar la temporada antes, pero ese ya es otro cantar, y mucho más arriesgado.

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